"Si yo indago en mis experiencias,
no descubro para la neurosis de angustia un comportamiento opuesto entre
predisposición hereditaria y factor sexual específico. Por el contrario, ambos
factores etiológicos se prestan recíproco apoyo y se complementan entre sí. Las
más de las veces, el factor sexual sólo es eficiente en aquellas personas que
traen congénito un lastre hereditario; la herencia sola casi nunca es capaz de
producir una neurosis de angustia, sino que espera hasta que se verifique una
medida suficiente del influjo nocivo sexual específico. Por tanto, la
comprobación de la herencia no dispensa de buscar un factor específico, en cuyo
descubrimiento, por otra parte, se concentra todo el interés terapéutico. Pues
terapéuticamente, ¿a qué se atinaría con la herencia como etiología? Desde
siempre estuvo ella en el enfermo, y seguirá estando en él hasta el fin. En sí
y por si no permite comprender la emergencia episódica de una neurosis, ni su
cesación por obra del tratamiento. Ella no es nada más que una condición de la
neurosis, cierto que indeciblemente importante, pero sobrestimada en detrimento
de la terapia y de la inteligencia teórica. Para adquirir convencimiento por el
contraste de los hechos, piénsese en los casos de enfermedades nerviosas
familiares (corea crónica, enfermedad de Thomsen, etc.), en que la herencia
reúne en sí la condición etiológica de todos ellos."
Sigmund Freud - A proposito de las criticas a la neurosis de angustia (1895)